La nutrición juega un papel fundamental en el desarrollo cognitivo y el rendimiento escolar de los niños. Una dieta equilibrada no solo es clave para su crecimiento físico, sino que también tiene un impacto directo en su capacidad para aprender, concentrarse y retener información. A continuación, te explicamos cómo una alimentación adecuada puede potenciar la mente de los más pequeños y cómo los análisis clínicos pueden ser una herramienta esencial para identificar y corregir deficiencias nutricionales que afecten su rendimiento académico.